Según la portavoz de la Cancillería Mao Ning, la medida se debe al incumplimiento de compromisos de seguridad alimentaria y por las declaraciones de la primera ministra Sanae Takaichi sobre Taiwán, que violan el derecho internacional y dañan la base política de las relaciones bilaterales.

La vocera señaló que Japón no entregó los materiales técnicos prometidos para garantizar la seguridad de sus productos acuáticos exportados a China.

Asimismo, Mao Ning subrayó que los comentarios de la jefa de gobierno encontraron una fuerte rechazo en el gigante asiático: «En la situación actual, incluso si se exportan productos acuáticos japoneses a China, no habrá mercado», enfatizó.

Por otro lado, ante la ONU Beijing rechazó la posible incorporación de Japón como miembro permanente del Consejo de Seguridad.

Mao recordó que Tokio no cumple con los requisitos debido a su falta de reflexión sobre los crímenes de guerra durante la Segunda Guerra Mundial.

Afirmó que Japón no ha renunciado plenamente a su pasado militarista, como lo demuestran las visitas al Santuario Yasukuni y la tergiversación histórica.

La portavoz recordó que el militarismo japonés usó en el pasado la narrativa de “crisis existencial” para justificar invasiones, como en Manchuria en 1931 y el ataque a Pearl Harbor en 1941.

Mao Ning indicó que la Carta de las Naciones Unidas prohíbe el uso de la fuerza para resolver disputas, y que Japón, según la Proclamación de Potsdam y su constitución, debe mantener su carácter pacífico.

La portavoz enfatizó que la comunidad internacional debe resistir cualquier intento de resucitar el militarismo japonés, especialmente en el contexto del 80 aniversario de la victoria contra la agresión nipona.

La Cancillería china enfatizó que el gobierno japonés debe retractarse de las declaraciones sobre Taiwán o recaerá sobre Tokio toda la culpa de medidas adicionales.

Sanae Takaichi declaró recientemente ante la Dieta (Parlamento), que si China atacara a Taiwán eso crearía una «crisis existencial» para Japón, lo que supondría la movilización de las «Fuerzas de Autodefensa» y la intervención en el conflicto del Estrecho.

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