“Queremos saber cómo está el economato, la alimentación y la dotación de agua potable, que es la situación en la que deben estar funcionando todos los centros de privación”, declaró Córdova a la prensa sobre la prisión insignia del presidente Daniel Noboa.
El representante de la Defensoría señaló que busca un momento oportuno para acudir a la instalación e indicarle a los familiares cómo se encuentran los detenidos.
Añadió que se está levantando información sobre los tratos crueles e inhumanos en las cárceles, tras el pedido de un asambleísta y también para presentar un informe al Subcomité Contra la Tortura de Naciones Unidas.
Sobre la bautizada como Cárcel del Encuentro, el ministro del Interior, John Reimberg, aclaró que allí no habrá economato, ni visitas de familiares y subrayó que no se hará un show para recorrer el centro penitenciario, pues se trata de un espacio de máxima seguridad.
El 10 de noviembre, a pocos días antes del referéndum y consulta popular que Noboa perdió el domingo pasado, el mandatario anunció el envío de los 300 presos «más peligrosos» a la nueva penitenciaría, pese a que, según reconoció, su construcción estaba al 35 o 40 por ciento.
Entre los detenidos allí se encuentra el exvicepresidente Jorge Glas, cuya defensa denunció tratos inhumanos en la nueva prisión.
La abogada del exvicemandatario Sonia Vera aseguró que tras una reunión telemática encontró a Glas “extremadamente debilitado, angustiado y con una resignación que golpea”.
Vera describió falta absoluta de agua potable, encierro permanente, ausencia de atención médica y una administración irregular de medicamentos que calificó como “polifarmacia extrema”.
“Lo que vive hoy Jorge Glas no es una detención, es tortura lenta avalada por el Gobierno: sin agua, sin luz del sol, sin atención médica y en total encierro, pese al fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, afirmó la legisladora por la Revolución Ciudadana Liliana Durán.
El ministro del Interior, John Reimberg, negó esas denuncias y afirmó que Glas ha recibido “más de cuatro visitas médicas” desde su traslado a la Cárcel del Encuentro.
Esta instalación fue una de las promesas de campaña de Noboa ante la violencia y el hacinamiento de las prisiones ecuatorianas, donde han sido asesinados más de 500 reclusos desde 2021, la mayoría en masacres y motines por enfrentamientos entre bandas rivales.
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