La autoridad explicó que esta iniciativa está destinada a ordenar el sector aurífero y garantizar estándares sostenibles en toda la cadena productiva.

Describió que el nuevo banco permitirá mejorar la supervisión y fortalecer los controles ambientales y comerciales.

“Vamos a crear el banco del oro -expresó la autoridad-, y lo que necesitamos hacer nosotros es establecer mecanismos que permitan la trazabilidad, el desarrollo del sector aurífero en respeto de las normas medioambientales”.

De esta forma, Espinosa confirmó que la Administración del presidente Rodrigo Paz continuará la compra estatal de oro producido en el país, aunque modificará los mecanismos aplicados desde 2023 durante el Gobierno del exmandatario Luis Arce.

Comentó que el objetivo es corregir lo que denominó como “fallas del sistema anterior”, que según Bloomberg “careció de transparencia y contribuyó a desatar una fiebre del oro descontrolada”, caracterizada por daños ambientales y un comercio opaco.

Hasta agosto último, el Banco Central de Bolivia (BCB) había adquirido 28,5 toneladas métricas de oro de productores nacionales, monetizado 48 toneladas y comprometido la entrega futura de 6,7 unidades de esa unidad de peso.

Las compras fueron pagadas en bolivianos, lo que —según Bloomberg—, presionó la inflación y fomentó el contrabando.

“El único objetivo del programa era alimentar de dólares a un sistema de gestión monetaria que fue absolutamente pernicioso”, consideró Espinoza.

Adelantó el ministro que la nueva administración mantendrá la adquisición del metal, pero “reordenará” los instrumentos, exigirá el cumplimiento de normas ambientales y eliminará el uso del oro como forma de pago en actividades ilegales.

Igualmente, aseguró que se buscará ofrecer mejores condiciones laborales a los mineros cooperativistas a través de la formalización del sector.

“Vamos a intervenir ahí, pero esto será en coordinación con el Banco Central, que también tiene sus propias ideas”, concluyó el ministro.

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