Al intervenir en el cierre de la séptima Cumbre de la Unión Africana (UA) y la Unión Europea (UE), celebrada en Angola, significó que la fortaleza del vínculo no proviene de los decretos, sino de la capacidad para convertir en realidad los propósitos trazados.
“El legado de esta cumbre será medido en el progreso que harán nuestros jóvenes, nuestras mujeres, nuestros emprendedores y nuestros ciudadanos”, enfatizó.
Comentó que la reunión, dedicada a los 25 años de la asociación entre los bloques, reafirmó la voluntad común de enfrentar juntos los desafíos en un escenario global complejo.
La Declaración de Luanda, documento final del evento, no es solo una declaración conjunta, apuntó, sino una ambición compartida de desarrollo sostenible para los pueblos de ambas partes, integración continental, comercio justo y gobernanza multilateral responsable.
Añadió que atiende cuestiones como la dinámica demográfica, la crisis climática y los esfuerzos en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la Agenda 2063 de la UA y la visión común UA-UE 2030.
Ali Youssouf destacó que esta cumbre fue marcada por la participación de la sociedad civil, los jóvenes y el sector económico, que en eventos paralelos abordaron asuntos clave como el empleo y la inclusión social.
“El foro de negocios construyó nuevos puentes entre emprendedores, hombres de negocios y hacedores de políticas, para generar una energía creativa y abrir oportunidades para la inversión en infraestructuras, energía sostenible, agricultura y economía digital”, detalló.
Remarcó que la alianza entre las partes debe construirse sobre la reciprocidad y el respeto mutuo, y deseó que “el espíritu de solidaridad y asociación compartido en la cumbre continué creciendo, y que África y Europa estén juntos en un futuro de prosperidad compartida, seguridad y dignidad”.
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