Dicho juego electrónico está ambientado en los mares del Jurásico Superior, entre 145 y 150 millones de años atrás, habitados por grandes reptiles carnívoros, que competían por alimentos entre sí, como son los casos de ictiosaurios, plesiosaurios, cocodrilos oceánicos, mosasaurios y pliosaurios.
El científico Manuel Iturralde Vinent, líder de la iniciativa de la Empresa de Tecnologías de la Información y Servicios Telemáticos Avanzados (Citmatel), explicó al diario digital Granma que en Cuba, especialmente la Cordillera de Guaniguanico, se encontraron los fósiles de todos los animales representados en el software.
Entre la variedad de juegos producidos por entidades cubanas, ninguno había trabajado antes este perfil de la vida del pasado, de una realidad reconstruida sobre la base de investigaciones geológicas y paleontológicas, acotó el académico de Mérito de la Academia de Ciencias de Cuba.
Según el investigador, el referido videojuego tiene el objetivo de atraer la atención de las personas hacia la vida prehistórica, la naturaleza y la ciencia, a partir del empleo de las nuevas tecnologías.
“A diferencia de productos electrónicos similares que se regodean en la violencia, aquí son animales que, utilizando sus propios recursos, atacan para alimentarse o se defienden y escapan de especies más grandes”, argumentó el reconocido buscador cubano de fósiles.
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