Por Fausto Triana

Virtudes y defectos también en el análisis, las perspectivas de una superpotencia en fase de consolidación como aliado indispensable, estuvieron en primer plano en las ponencias de un evento efectuado en Madrid, impulsado por el grupo Mundo Financiero de José Luis Barceló, Editor-Director.

Con el apoyo asimismo de la Agencia China de Noticias Xinhua y el bufete de abogados Cremades & Calvo-Sotelo, la cita replica en Europa de forma paralela la Conferencia sobre Inversión y Finanzas Climáticas 2025 “Bahía de la Perla” PBCIFC con sede en la ciudad china de Guandong.

En su introducción, Barceló destacó el hito que representa la celebración del 50 aniversario de las relaciones de España con China, en un año en el cual el rey Felipe VI y la reina Letizia acaban de visitar al gigante asiático. Antes lo hizo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Aprovechó para ponderar los progresos de China en la lucha frente al cambio climático, la campaña de reforestación para mitigar la desertificación; mayor control de las emisiones contaminantes, la descarbonización y el desarrollo de las tecnologías punta, con la solidez de la industria de los vehículos eléctricos, entre otras.

El profesor de Macroeconomía Superior y Economía de la Unión Europea (UE) Antonio Miguel Carmona, a su vez docente de Economía de la Universidad de Beijing, remarcó la importancia de que el acercamiento entre España y China se consolide y se pueda asumir un papel de liderazgo.

En ese sentido, matizó que si de un lado, ciertamente España es un país relativamente pequeño, tiene muchas cosas que ofrecer y la prueba es el ascenso en la colaboración e inversiones mutuamente ventajosas.

A su turno, el periodista experto en China Javier Martín-Domínguez, vicepresidente de la Asociación de Periodistas Europeos y ex corresponsal en Washington, Tokio y Nueva York, recordó a la figura de Mao Zedong como punto de partida del desarrollo de su país.

En particular, se refirió al pasaje de la diplomacia que terminó con los nexos con Estados Unidos con la intermediación de Kissinger y las formalidades completadas por Richard Nixon en el entorno de 1972.

Martín-Domínguez valoró las claves en la estrategia de desarrollo del gigante asiático, desde el control de natalidad, hasta quitar ahora esa limitante por necesidad demográficas; el empuje de iniciativas medioambientales, el uso colosal de la energía solar y las ideas para atraer a las jóvenes generaciones del momento.

Se ha comprometido con el desarrollo acelerado tecnológico y la profundización de nexos con el Sur Global, mientras practica una diplomacia cautelosa que, mirando el mapa, no aparece China en el centro de ninguno de los conflictos, puntualizó.

El historiador Fernando Moragón, analista, consultor y docente especializado en Rusia, Asia Central y China, consideró que la oportunidad de una “Europa decandente” está precisamente en estrechar más los lazos con Beijing.

En especial, dijo que integrarse a la iniciativa de la Franja y la Ruta, promovida por China es la mejor forma de entender la vocación creativa de esa nación, contraria a la “destructiva de Estados Unidos”.

China tiene un plan de futuro, es el futuro, no está en guerras ni conflictos, solo busca el bienestar y en esa línea debemos asociarnos, comentó Moragón.

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