De acuerdo con fuentes vinculadas a la institución religiosa, citadas por la cadena BFM TV, se trata de visitantes procedentes de “todo el mundo”, ávidos por constatar el renacer de una catedral que el 15 de abril del 2019 estuvo a minutos de colapsar ante un voraz incendio que conmovió a Francia y al planeta.
El ritmo de entrada de turistas y fieles a Notre-Dame de París aumentó desde su reapertura el 7 de diciembre del 2024, dejando atrás la media de unos ocho millones de visitantes anuales.
La catedral declarada en 1991 por la Unesco Patrimonio de la Humanidad comenzó recientemente a permitir el acceso a su Torre Norte, considerada un mirador privilegiado de la Ciudad de la Luz.
Aunque cumplirá mañana un año de reabierta al público, continúan las labores de reconstrucción y remozamiento del templo testigo de grandes acontecimiento, entre ellos la coronación del emperador Napoleón I, el 2 de diciembre del 1804.
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