La organización no gubernamental ZAST expresa su firme solidaridad con el pueblo y el Gobierno de Cuba, tras los informes de la Cancillería de la isla sobre la operación militar de Washington contra el buque venezolano el 10 de diciembre.
Esta acción, descrita como un acto de piratería y una violación del derecho marítimo internacional, forma parte de la estrategia más amplia destinada a obstruir el derecho soberano de Venezuela a comerciar con sus recursos naturales y a intensificar la presión económica impuesta a Cuba.
Tales medidas han profundizado el impacto del bloqueo de larga data en el sistema energético nacional y en la vida cotidiana de los cubanos.
Como nación que ha sufrido los efectos devastadores de las medidas coercitivas unilaterales, Zimbabwe se solidariza con La Habana y Caracas, con el rechazo al uso del estrangulamiento económico, la coerción extraterritorial o la intimidación militar como herramientas en las relaciones internacionales.
Reiteramos –indica el pronunciamiento- que la soberanía de las naciones, grandes o pequeñas, debe ser respetada y que el compromiso del Caribe y América Latina con la paz, expresado en la declaración de la región como Zona de Paz, debe ser defendido.
El ZAST reclama a la Comunidad Internacional, las instituciones multilaterales y los movimientos progresistas de todo el mundo a denunciar todas las acciones que socavan el Derecho Internacional, amenazan la estabilidad regional o violan el derecho de las naciones a comerciar pacíficamente.
Reafirmamos además nuestro compromiso con la cooperación global en contra de sanciones que infligen sufrimiento colectivo y erosionan los cimientos de una interacción multilateral legítima.
La amistad de Zimbabwe con Cuba es histórica, de principios e inquebrantable. En este momento de mayor presión, nos solidarizamos con su pueblo en la lucha por la dignidad, el desarrollo y la soberanía, concluye la declaración.
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