Solo en 2026, el Gobierno del presidente Daniel Noboa tendrá que desembolsar 12 mil 317 millones de dólares, una cifra que anticipa años complejos en un contexto de bajo crecimiento económico, ajuste fiscal y presión sobre el gasto social.

Del total previsto para 2026, cinco mil 628 millones de dólares corresponden a deuda interna y seis mil 689 millones a deuda externa, incluidos los pagos al Fondo Monetario Internacional (FMI).

Para el economista Marco Flores, “el aumento del IVA (Impuesto al Valor Agregado) y de los precios de los combustibles financian el mayor costo de la deuda pública porque desde hace casi una década Ecuador crece poco o nada”.

Flores explicó que entre enero y octubre de 2025 el déficit global del Presupuesto General del Estado llegó a menos tres mil 142 millones de dólares, frente a menos 913 millones en igual periodo de 2024.

“Los ingresos apenas crecieron 41 millones, mientras los gastos aumentaron en dos mil 271 millones, lo que profundiza el desequilibrio fiscal”, señaló.

Según el experto, que fue ministro de Finanzas, aunque la recaudación del IVA aumentó en 472 millones de dólares tras el alza de la tarifa al 15 por ciento, ese esfuerzo tributario fue absorbido casi por completo por el incremento del pago de intereses de la deuda, que subió en 501 millones.

“No se generó espacio fiscal para inversión ni para mejorar servicios públicos”, advirtió.

El experto sostuvo que, sin crecimiento económico real, el ajuste fiscal se convierte en un círculo vicioso en el cual los hogares pagan más impuestos mientras el Estado destina una gran parte de sus recursos al servicio de la deuda, en detrimento de sectores como salud, educación, seguridad e infraestructura.

“Sin un Estado que especialmente impulse inversión productiva en fases de contracción privada, no hay gestión posible de la crisis ni salida sostenible del estancamiento económico”, afirmó Flores.

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