Los rebeldes, que tomaron esa urbe el pasado 10 de diciembre bajo el rechazo de la comunidad internacional por la violación de los acuerdos de paz, presentaron la decisión como una medida de fomento de la confianza destinada a apoyar el proceso de paz de Doha, de acuerdo con un comunicado.
“Ante estos acontecimientos, y a pesar de las persistentes provocaciones y abusos de las Fuerzas Armadas de RDC y sus aliados, la AFC/M23 ha decidido iniciar una medida unilateral de fomento de la confianza para dar al proceso de paz de Doha todas las posibilidades de éxito”, refirió la nota.
Añadieron que la salida unilateral de la ciudad que funcionaba como capital provisional de Kivu Sur desde el pasado mes de febrero, responde a una solicitud de la mediación de Estados Unidos.
En su cuenta en la red social X, el portavoz de la AFC/M23, Lawrence Kanyuka, publicó varios videos de la población de Uvira en las calles, manifestándose de forma pacífica, presuntamente en apoyo a los rebeldes.
El comunicado de los insurgentes señaló que la retirada está condicionada a garantías de seguridad, e instó a los garantes del proceso de paz a comprometerse con la desmilitarización de la ciudad, la protección de la población civil y la infraestructura, así como la supervisión del alto el fuego mediante el despliegue de una fuerza neutral.
Advirtieron, además, que no permitirán que se aproveche esta circunstancia para recuperar territorio o atacar a poblaciones simpatizantes del AFC/M23, y tampoco que grupos armados hostiles a Burundi o a otros países utilicen las “zonas liberadas” como retaguardia para acciones que dañen las buenas relaciones de vecindad.
El movimiento anunció igualmente este martes que facilitaron el regreso de más de 500 refugiados de Burundi y solicitaron al Gobierno de ese país que permitiera el libre pasaje de los congoleños que voluntariamente quieren regresar a su tierra, luego de huir de la violencia de los días pasados.
La AFC/M23 también declaró que entregarán al Gobierno burundés personal militar capturado en el terreno.
Ruanda, aliado de los rebeldes, enfrentó duras críticas por las acciones sobre Uvira, que se produjeron luego de la firma del Acuerdo de Washington, el 4 de diciembre, por los presidentes de ese país y la RDC, en presencia del estadounidense, Donald Trump.
En particular Estados Unidos asumió las acciones como “un grave error” y una afrenta hacia Trump y la mediación estadounidense, por lo que amenazaron a Kigali con la aplicación de sanciones.
La víspera, la embajadora en RDC, Lucy Tamlyn, dijo que estaban “examinando todas las herramientas diplomáticas, sanciones y actividades bilaterales y multilaterales posibles para garantizar el cumplimiento de los compromisos adquiridos”.
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