Su presencia fue notoria en columnas del alumbrado público, calles, balcones y paredes, en particular en la ciudad de Durazno , en el centro del país.
En imágenes difundidas por Última info puede verse cómo los animales se apilaron en esa urbe. “No se puede ni abrir la puerta”, dijo una vecina a Durazno Digital.
Las chinches también se desplegaron por la Ciudad Vieja de Montevideo, así como también por el área metropolitana de Buenos Aires.
En diálogo con Montevideo Portal, el meteorólogo José Serra explicó que el fenómeno es “un comportamiento errático de los insectos debido a las altas temperaturas y los valores de humedad en la región”.
Este insecto tiene el cuerpo aplanado u ovalado, de color marrón, gris o verdoso, lo que le permite camuflarse en el agua. Mide entre uno y cinco centímetros, según la especie, y tiene patas traseras largas y fuertes, adaptadas para nadar como si fueran remos.
La chinche de agua es depredadora y se alimenta de otros insectos acuáticos, larvas, pequeños crustáceos e incluso renacuajos o pececillos.
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