Aunque hasta el momento no existe un pronunciamiento de las autoridades ecuatorianas al respecto, la Embajada del país norteamericano informó sobre la presencia del contingente estadounidense, sin especificar el número de efectivos involucrados.
“Este esfuerzo conjunto a corto plazo se realiza como parte de nuestra estrategia bilateral de seguridad a largo plazo, en línea con los acuerdos actualmente vigentes conforme a la ley ecuatoriana”, indicó la entidad diplomática.
El argumento para la presencia de efectivos estadounidenses es que esa operación mejorará la capacidad de las fuerzas ecuatorianas para combatir a los narcoterroristas, incluyendo el fortalecimiento de la recopilación de información y las capacidades de lucha contra el narcotráfico.
A inicios de noviembre la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, recorrió junto al presidente de Ecuador, Daniel Noboa, las bases en Salinas y Manta, donde ya operó una bases militar norteamericana durante una década.
El nuevo envío de personal de la Fuerza Aérea norteña a Ecuador llega luego de que el mandatario estadounidense, Donald Trump, señalara la víspera que tiene rodeada a Venezuela vía marítima y además decretó un bloqueo total a la circulación de cualquier buque de transporte crudo.
Las acciones estadounidenses en territorio ecuatorianos tendrían lugar a pesar de que la ciudadanía votó en contra de la instalación de bases militares extranjeras en el referéndum del pasado 16 de noviembre.
Sin embargo, Quito y Washington mantienen vigente un acuerdo de cooperación para la asistencia e interceptación aérea, en el marco de la lucha contra el narcoterrorismo, firmado por el expresidente Guillermo Lasso en agosto de 2023.
Luego, en febrero de 2024, Noboa ratificó otros dos acuerdos de cooperación militar con Estados Unidos: el relativo al Estatuto de las Fuerzas y el que trata las Operaciones Contra Actividades Marítimas Transnacionales Ilícitas.
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