Entre los nueve que se negaron a rubricar el documento, auspiciado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), destacan los candidatos de derecha extrema Rafael López-Aliaga, de Renovación Popular, y Carlos Álvarez, cómico de televisión.

El primero encabeza la más reciente encuesta preelectoral privada, de la empresa Datum, con una magra mayoría de 10,5 por ciento, mientras Álvarez, del partido País Para Todos, ocupa el cuarto lugar con 6 por ciento.

Para López-Aliaga fue la tercera vez que se niega a firmar el pacto, pues actuó igual en el proceso electoral por la presidencia de 2021, alegando que en el tribunal ético, que vigila posibles infracciones y no tiene facultades sancionadoras, estaban dos altas autoridades del JNE a las que tachó por “marxistas”.

En la elección municipal de 2022, en la que fue ungido alcalde de Lima, tampoco suscribió el compromiso, en esa oportunidad acusó a esas autoridades de corruptas.

Sus detractores afirman sin embargo que en realidad se abstiene de acatar al tribunal ético porque suele usar insultos y otras actitudes vedadas contra sus contrincantes electorales, sobre todo los de izquierda, a uno de los cuales deseó la muerte en un mitin.

La candidata presidencial del recién cerado partido Un Camino Diferente, Rosario Fernández, asistió a la ceremonia pero cuando fue llamada a firmar el pacto, dijo que no lo hará porque la ética no se firma sino se practica y se retiró.

El presidente del JNE, Roberto Burneo, dijo en un discurso que la firma del pacto no es un simple trámite, sino un mensaje a la ciudadanía, de que las elecciones deben prescindir de insultos, desinformación y otros recursos indebidos y señaló que la ética no es óbice para la contienda política alturada.

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