La Cancillería declaró en un comunicado que fiel a los principios de respeto a la soberanía, la integridad territorial y el derecho internacional, “esta acción unilateral constituye una grave injerencia en los asuntos internos de China y una violación flagrante de los compromisos internacionales asumidos por Washington”.
Denunció que tal acción atenta directamente contra la soberanía y la integridad territorial de China, socava la estabilidad estratégica y representa una descarada amenaza que pone en riesgo la paz y la seguridad en la región Asia-Pacifico.
La República Bolivariana reiteró su inquebrantable adhesión al principio de «Una Sola China», reconociendo que Taiwán es una parte inalienable del territorio chino.
Reafirmó, asimismo, el pleno respaldo al Gobierno de China como “el único gobierno legítimo que representa a toda la nación, incluida la región de Taiwán”.
El texto oficial expresó su solidaridad y apoyo fraternal al pueblo y al Ejecutivo chino.
Confió, en que, bajo el marco del derecho internacional y la sabia conducción del presidente Xi Jinping, lograrán sortear este nuevo ataque orquestado desde Washington, y, más temprano que tarde, “Taiwán se reunificará con la República Popular China, a pesar de las acciones irresponsables de terceros».
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