Son la especie de abeja más antigua del planeta y responsables de polinizar más del 80 por ciento de la flora amazónica, incluyendo cultivos apreciados a nivel mundial como el café, el cacao, el aguacate y los arándanos, pero enfrentan la confluencia del cambio climático, la deforestación y los pesticidas.
Presentes en regiones tropicales de todo el mundo, las abejas poseen un profundo significado cultural y espiritual para los pueblos indígenas.
La campaña de investigación y promoción para asegurar los derechos de estos insectos fue liderada por Rosa Vásquez Espinoza, fundadora de la organización Amazon Research Internacional, quien pasó años viajando a la Amazonía para trabajar con pueblos indígenas sobre estas abejas, dijo el periódico The Guardian.
El Centro de Derecho de la Tierra, un equipo de profesionales que trabajan para promover los Derechos de la Naturaleza y otros movimientos legales centrados en la Tierra en todo el mundo fue parte de la iniciativa.
Recientemente, en un esfuerzo innovador por preservar el patrimonio biocultural del Perú, la municipalidad provincial de Satipo adoptó la Declaración de Derechos de las Abejas Nativas sin Aguijón a través de una ordenanza municipal formal, integrándola a la legislación local, agregó.
Se trata de un documento histórico que reconoce los derechos inherentes de estos polinizadores, incluido su derecho a existir, mantener poblaciones saludables, restaurar sus hábitats y vivir en un ambiente libre de contaminación, así como a condiciones climáticas ecológicamente estables.
Además, el derecho a regenerar sus ciclos naturales y a estar representado legalmente en casos de amenaza o daño
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