De acuerdo con el organismo, más de 215 mil personas huyeron desde inicios de febrero hacia la ciudad de Goma, donde actualmente se refugia una cifra superior a los 630 mil desplazados.

Los enfrentamientos en curso han afectado a las infraestructuras civiles, lo que complejiza aún más el panorama, señala el reporte, donde se especifica que al menos siete instalaciones sanitarias fueron saqueadas e igual número de escuelas resultaron dañadas por los bombardeos desde principios de enero.

Los combates, además, interrumpen el suministro de ayuda y provocan la salida de varios socios humanitarios de las zonas de alto riesgo, como el territorio de Masisi.

Al respecto, la OCHA apuntó que el pasado 26 de febrero una organización humanitaria suspendió la atención médica a más de 20 mil personas debido a la reanudación de los enfrentamientos en el territorio de Rutshuru, también en Kivu Norte.

Días atrás el organismo advirtió que también en la provincia de Kivu Sur se siente el impacto de la actual escalada del conflicto en el este de la RDC, pues desde inicio de febrero llegan a diario personas procedentes del territorio de Masisi para asentarse en Kalehe, donde la situación humanitaria se ha vuelto crítica.

Se calcula que alrededor de 100 mil personas encontraron refugio en esta localidad, donde algunos se alojan con familias de acogida, pero la mayoría en emplazamientos improvisados, edificios o escuelas.

Una tercera parte de las sesenta escuelas de la ciudad de Minova fueron transformadas en lugares de acogida, lo cual igualmente dificulta el normal curso de la educación.

El acceso a la atención sanitaria es otro de los problemas acuciantes, así como el riesgo de epidemias, advirtió la OCHA.

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