Deben fortalecerse los sistemas de detección temprana y respuesta rápida para identificar y erradicar a los invasores antes de que se establezcan en el territorio nacional, sostuvo.
En consecuencia, agregó durante la presentación del informe sobre el tercer Estado Nacional de las Invasiones Biológicas y su Gestión en Sudáfrica, debemos seguir invirtiendo en investigación e innovación, apoyando estudios que mejoren nuestra comprensión de la dinámica de las especies invasoras para mejorar las estrategias de gestión.
En la pasada década, reveló, 32 nuevas especies exóticas fueron introducidas ilegal o accidentalmente, una tasa de aproximadamente tres por año.
Es esencial reconocer que los impactos de las invasiones biológicas se extienden más allá del ámbito de la biodiversidad únicamente. Tienen consecuencias de gran alcance para nuestra economía, agricultura, recursos hídricos y salud pública, explicó Creecy.
En particular, sostuvo, las especies invasoras pueden devastar las tierras agrícolas, lo que provoca una reducción del rendimiento de los cultivos y un aumento de los costos de producción.
También pueden afectar la calidad del agua, obstruir los cursos hídricos y afectar la capacidad de acceder a agua potable.
Además, prosiguió la Ministro, algunas especies invasoras presentan riesgos para la salud humana al actuar como portadoras de enfermedades o provocar reacciones alérgicas.
Sudáfrica tiene un sistema regulatorio innovador para abordar las invasiones biológicas, y las decisiones se basan directamente en la evidencia científica disponible, recordó Creecy.
Por ejemplo, citó, todas las introducciones legales de nuevas especies exóticas requieren permisos de importación y se expiden sólo si se demuestra que los riesgos son suficientemente bajos.
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