La exposición inmersiva cuenta con más de 300 obras de Magritte (1898-1967) y según los organizadores, pretenden que esta exhibición le dé la vuelta al mundo.

Se trata de los mismos coordinadores que hace unos años crearon la exposición, también inmersiva, del maestro neerlandés Vincent van Gogh, la cual atrajo a más de cinco millones de visitantes al conjunto de países donde se presentó.

El arte inmersivo, tal y cómo indica su nombre, permite la sumersión del espectador en la obra de arte, de este modo, el espectador no solo mira la obra, sino que pasa a formar parte de ella y a usar otros sentidos y no solo la vista.

Ahora aspiran a repetir esta exitosa hazaña con la figura de Magritte y su enigmático universo, en una presentación en la cual tecnología y realidad virtual se ponen al servicio de este genio, apuntaron.

Vamos a España, Italia, Reino Unido, Japón, Estados Unidos, y esperamos recorrerla por muchos más; el ADN de esta exhibición está en poder dar la vuelta por todo el planeta, afirmó el director artístico de la muestra, David Zylberberg.

Por ahora arranca desde esta capital para festejar en 2024 un siglo del nacimiento del surrealismo, un movimiento, cuyo manifiesto fundacional en octubre de 1924, caracterizado por su desafío constante a la razón y a la lógica artística, dominante hasta la fecha, y con especial arraigo en Bélgica.

Magritte fue capaz de crear un puente entre el surrealismo y las cosas que la gente puede entender, aseguró Zylberberg.

Sobre esta premisa los cuadros de Magritte se llenaron de objetos cotidianos descontextualizados, como los icónicos sombreros de bombín que él mismo vestía, los paraguas, las manzanas, el pan de baguette o la célebre pipa del lema «esto no es una pipa», precisó el coordinador.

También la constante presencia en su universo pictórico de las gaviotas, las nubes y el cielo azul, añadió.

Una proyección inmersiva en 360 grados de una multitud de imágenes de sus cuadros es la muestra más llamativa, al decir de de estos especialistas, la cual conforma una suerte de película de animación con música incorporada y plasmada por todos los ángulos de una sala de mil metros cuadrados.

Nuestro objetivo es acercar la cultura a la gente, porque aún tenemos a muchas personas que no van a los museos y viven la pintura y el arte con un poco de distancia, aquí usamos la tecnología y la fuerza del escenario para llegar al público, subrayó el director artístico de la muestra.

Magritte magnificó objetos, los hizo cambiar de forma, transformó el material en el que estaban hechos y esto puede ser representado por la tecnología, destacó.

El artista explicó en varias ocasiones que a él no le gustaban los museos porque allí no podía pasear con su perro, pero no somos Magritte, trabajamos en base a su arte, señaló el director artístico de la exposición.

Creo que le hubiera gustado esta presentación porque encaja con su forma de pensar, aseveró Zylberberg.

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