Si bien los viajeros, aunque empapados, ya repuestos del mayúsculo susto, están sanos y salvos, el ómnibus permanece en el lecho del río Tana,el mayor de Kenya, en el condado del mismo nombre.
Como medida de precaución la carretera por la cual transitaba el ómnibus fue cerrada con carácter indefinido por la autoridades so pena de arresto y enjuiciamiento para los violadores de la restricción, dijo a la prensa el comandante Ali Ndiema, jefe de la Policía en la zona.
El drama comenzó días atrás cuando portentosas lluvia comenzaron a azotar la zona, recibidas con alegría por la población de la zona después de una larga sequía que devastó cultivos y mató de sed a un número crecido de cabezas de ganado.
Pasajeros del ómnibus declararon que el conductor, cuyo paradero es desconocido aunque se sabe que sobrevivió, ignoró las advertencias y prosiguió la ruta a través de zonas inundadas.
Ante la imprudencia manifiesta del chófer, algunos viajeros optaron por trepar al techo del vehículo y otros descendieron en plena marcha, afirman testigos.
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