En su perfil en la red social X, el canciller cubano reafirmó el compromiso de los trabajadores de esa cartera con su país, y la voluntad de enfrentar a quienes emplean odio y terrorismo para destruir la Revolución.
Corcho y Monteagudo murieron tras la explosión de una bomba colocada en la Embajada de Cuba en Lisboa, Portugal, en la que resultaron heridos otros cuatro miembros de la misión diplomática.
Afortunadamente, una decena de niños de varias edades, hijos de los funcionarios cubanos, se encontraban en ese momento realizando una actividad fuera de la sede diplomática.
El atentado en la Embajada de Cuba en Lisboa no constituye un hecho aislado en las más de seis décadas de ataques violentos contra la diplomacia cubana.
Tales acciones incluyen heridas, desapariciones, asesinatos de funcionarios y agresiones a sedes diplomáticas u oficinas comerciales de la isla en alrededor de una treintena de países, alentadas por la constante y hostil retórica de Washington contra La Habana, recordó el Minrex.
Suman miles de cubanos que han muerto por actos terroristas en los más de sesenta años de Revolución, agregó esa fuente.
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