La iniciativa lanzada por el secretario general del organismo, António Guterres, tiene como objetivo salvaguardar los estándares ambientales y sociales e incorporar la justicia en la transición energética con el apoyo de un grupo diverso de gobiernos, bloques regionales y otras instituciones.
“Un mundo impulsado por energías renovables es un mundo hambriento de minerales críticos”, dijo el titular de la ONU en la presentación del Panel.
A juicio del alto representante, estos componentes son una gran oportunidad para los países en desarrollo, pues perminten crear empleos, diversificar las economías y aumentar drásticamente los ingresos sólo si se gestionan adecuadamente.
«La carrera hacia el cero neto no puede pisotear a los pobres. La revolución de las energías renovables está ocurriendo, pero debemos guiarla hacia la justicia», agregó.
El proyecto será copresidido por el embajador sudafricano, Nozipho Joyce Mxakato-Diseko, y la directora general de Energía de la Comisión Europea, Ditte Juul Jorgensen.
Entre otros, lo conforman la Unión Africana, Brazil, Chile, China, Colombia, Egipto, la Unión Europea y el Banco Mundial.
Según la Agencia Internacional de Energía, la demanda de minerales para aplicaciones de energía limpia crecerá tres veces y media para 2030 en el camino hacia alcanzar cero emisiones globales netas de dióxido de carbono para 2050.
Por ello, recursos como el cobre, litio, níquel, cobalto y elementos de tierras raras demandan especial atención por su uso como componentes esenciales de tecnologías de energía limpia.
Estos se emplean en la fabricación de turbinas eólicas y paneles solares así como vehículos eléctricos y almacenamiento de baterías, fundamentales para la tan esperada transición energética.
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