Así lo consignó el presidente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), Fernando Pereira, cuya agrupación sindical rechaza la decisión de la compañía Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC) de clausurar la planta en Minas, departamento de Lavalleja.
Ferreira dijo que ese departamento, en el sureste del país, tiene los mayores índices de desocupación, los cuales se incrementan con el pase a despido de los trabajadores de FNC.
«Desde el movimiento sindical encendamos las alarmas sobre la situación de la industria en general”, dijo el dirigente sindical, quien consideró que se sustituye mano de obra nacional calificada por importación.
«No hay que dejar en manos extranjeras todas las empresas. Si uno mira las grandes empresas del país, son todas multinacionales», señaló.
Por su parte, el presidente de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea, Enrique Méndez, afirmó que Uruguay vive un proceso de concentración económica y de enfoque primario de la industria.
Se termina exportando más materias primas y no se genera valor agregado, señaló.
Al menos cinco plantas de diferentes industrias cerraron en el país en lo que va de año.
El dique Tsakos, el único flotante en Uruguay, y la constructora Balsa & Asociados, dejaron sin trabajo a sus empleados.
Luego siguió Fanacif, empresa armadora de frenos de capital brasileño, y más recientemente la planta de cervezas y otras bebidas de Minas, Lavalleja.
Uno de los argumentos principales para los cierres empresariales se centra en alegados problemas de competitividad industrial ante producciones foráneas.
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