Un informe de la Confederación Italiana de Agricultores Directos (Coldiretti), divulgado en el sitio digital de la publicación especializada Libero/Tecnología, apunta que la disminución de las superficies destinadas a las siembras de ese cereal es motivada por la grave sequía y la competencia desleal.

Las áreas cultivadas disminuyeron 11,0 puntos porcentuales para el trigo en comparación con 2023, y quedaron por debajo de 1,2 millones de hectáreas, mientras en algunas zonas del centro y sur del país se alcanzan picos del 17,0 por ciento.

En sentido general, según este análisis basado en datos oficiales del Instituto Superior para la Protección y la Investigación sobre el Medio Ambiente (Ispra), la situación de la sequía en Italia es alarmante, con una caída efectiva de la disponibilidad de agua del 18,0 por ciento, que repercute en los cultivos y la ganadería.

Como ejemplo se cita la situación que enfrenta la región de Sicilia, entre las más críticas, donde faltan aproximadamente 670 millones de metros cúbicos de agua en los embalses, con un descenso del 68,0 por ciento y 145 millones por debajo del anterior récord negativo, registrado en 2017.

En esa isla se reportan como consecuencia de esta situación, graves daños en los cultivos de naranjas, pero también un enorme impacto negativo en el trigo, con bajas que alcanzan hasta el 70,0 por ciento de la cosecha en las zonas de mayor riesgo, agrega la fuente.

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