El Ministerio de Relaciones Exteriores informó que la víspera que vehículos del proyecto de la Central Hidroeléctrica Dassu en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, construido por empresas chinas, fueron objeto de un ataque terrorista.
El portavoz Lin Jian expresó las condolencias por las víctimas y dijo que Beijing exigió a la parte paquistaní acelerar el arresto de los culpables, castigar severamente a los asesinos y tomar medidas efectivas para garantizar la seguridad del personal chino.
«China reitera que el terrorismo es el enemigo común de toda la humanidad y que es responsabilidad común de la comunidad internacional luchar contra el terrorismo y evitar que se repitan tragedias», agregó.
El vocero ratificó el respaldo al gobierno pakistaní en la lucha contra este flagelo, al tiempo que recordó que ambos países tienen una cooperación estratégica para todo tiempo y la «amistad férrea está profundamente arraigada en los corazones de los dos pueblos».
De acuerdo con Lin, Beijing continuará con el apoyo al desarrollo económico-social de Pakistán.
Islamabad prometió investigar a fondo el caso, informar rápidamente sobre el progreso de la pesquisa y tomar medidas adicionales para fortalecer de manera integral la seguridad del personal, los proyectos y las instituciones chinas.
El primer ministro pakistaní, Shehbaz Shehbaz, acudió personalmente a la embajada china en aquel país para ofrecer sus condolencias tras el ataque.
El diario Dawn afirmó la víspera sobre un repunte de las actividades terroristas durante el último año, después que Tehreek-i-Taliban Pakistan puso fin a su alto el fuego con el gobierno en noviembre de 2022.
Un informe publicado el mes pasado por el Centro de Investigación y Estudios de Seguridad, aseguró que el país experimentó 97 ataques en febrero, que causaron 87 muertes y 118 heridos.
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