Así lo consignó la Cámara de Comercio y Servicios de Uruguay que tomó en cuenta los días y horas de trabajos perdidos por conflictos y los relacionó con los que normalmente se habrían podido laborar.
El método arrojó un aumento del 14,43 por ciento en el índice de conflictividad laboral en 2023, en comparación con el año anterior.
Un desglose elaborado por la Cámara mostró que entre el 1 de enero y el 30 de noviembre del año último se registraron 118 conflictos con interrupción de actividades, incluyendo cinco paros generales.
Ello resultó en la pérdida de un millón 564 mil 621 jornadas laborales y la participación de más de un millón 700 mil trabajadores.
Las críticas a la reforma de seguridad social y el rechazo a la reforma educativa fueron las principales causas de conflictos laborales, indicó la Cámara.
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