El fin de esa agencia obligaría a suspender en abril la asistencia a 1,2 millones de refugiados procedentes del conflicto en Sudán y otros afectados por la crisis en la vecina nación, de acuerdo con comunicado divulgado aquí.
La advertencia sobre la falta de financiamiento se produce mientras miles de refugiados sudaneses continúan cruzando la frontera desde Darfur y la temporada de lluvias se avecina.
Esto podría empeorar el contexto al provocar cortes en el acceso por carretera para las entregas humanitarias a los campamentos en el este del país, donde alrededor de un millón de desplazados han buscado refugio.
«Las consecuencias de la crisis en Sudán están abrumando una respuesta humanitaria insuficientemente financiada y sobrecargada en Chad. Necesitamos donantes para evitar que la situación se convierta en una catástrofe total», advirtió el director del PMA en Chad, Pierre Honnorat.
De acuerdo con el representante, los recién llegados dependen enteramente de la asistencia humanitaria para sobrevivir en un contexto en que cuatro de cada 10 niños refugiados sudaneses menores de cinco años sufren de anemia grave.
«Recortar la asistencia a las comunidades que enfrentan este nivel de vulnerabilidad es impensable», consideró el titular del PMA en Chad al alertar que las familias no tenían otra opción que «saltarse comidas y comer menos alimentos nutritivos, sentando las bases para crisis de nutrición, crisis de inestabilidad y crisis de pobreza y desplazamiento».
El Programa estima que para garantizar un apoyo continuo a las personas afectadas por la crisis en el país africano durante los próximos seis meses necesita urgentemente 242 millones de dólares.
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