A pesar de las expectativas por la luz verde del proyecto de resolución, el propio debate generado puso nuevamente sobre la mesa del Consejo de Seguridad la necesidad de expandir la pausa establecida a una solución más amplia que termine con las hostilidades y concrete la creación del estado palestino.
El texto presentado por los 10 miembros no permanentes llama a un alto al fuego inmediato durante el mes de Ramadán que conduzca al cese duradero y sostenible del conflicto y pide el regreso de los rehenes en manos del grupo de la resistencia palestina Hamas.
A la par, enfatiza en la urgente necesidad de permitir que llegue más ayuda a la población hambrienta para salvar vidas y considera urgente la necesidad de ampliar el flujo de asistencia humanitaria y reforzar la protección de los civiles en toda la Franja de Gaza.
Tras su aprobación la víspera, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió a las partes cumplir con el llamado largamente esperado luego de más de cinco meses de asedio al enclave.
“El fracaso sería imperdonable”, escribió el alto representante en un mensaje publicado en su cuenta en X.
Por su parte, el embajador ruso, Vassily Nebenzia, lamentó que el documento no aludiera a un alto al fuego permanente y se usara en cambio “duradero”, un término que podría interpretarse de varias maneras.
La palabra permanente sería más precisa, remarcó el diplomático tras proponer una enmienda que no recibió la aprobación del órgano para incluirla.
«Sin embargo, creemos que es de fundamental importancia votar a favor de la paz», dijo al reclamar más discusiones en la herradura para lograr un alto el fuego definitivo.
La resolución de apenas tres párrafos recibió 14 votos favorables y la única abstención de Estados Unidos, miembro permanente del órgano que vetó desde que estallara la crisis tres borradores que exigían el cese del conflicto.
El Consejo también debe trabajar por la recuperación y estabilización de Gaza y volver a poner en marcha un proceso político encaminado a establecer una solución de dos estados, dijo al respecto el representante permanente de Francia ante la ONU, Nicolas de Rivière.
Otros coincidieron en que el instrumento demoró demasiado tiempo al advertir la propagación de la hambruna y el costo de vidas y heridos civiles como resultado de la ofensiva.
«El baño de sangre ha durado demasiado», reconoció el embajador argelino, Amar Benjama.
El texto aprobado es solo el comienzo para satisfacer las aspiraciones del pueblo palestino y poner fin al baño de sangre sin ninguna condición, subrayó.
A pesar de los reclamos del propio Guterres y de la aprobación de un alto al fuego por la mayoría de los miembros de la Asamblea General, la resolución de este lunes representa un fuerte mensaje en medio de la profunda crisis por el carácter vinculante de las decisiones del Consejo.
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