En un comunicado, firmado por su secretario general, Jahangir Alam Nannu, la máxima directiva del BYU afirmó que la intensificación del cerco estadunidense unido a las falsas acusaciones contra Cuba de ser un Estado patrocinador del terrorismo, representan un evidente asalto a la soberanía y autonomía de la Revolución de la nación caribeña.
La organización juvenil denunció esa actuación como maniobras agresivas y de interferencia perpetradas por poderes externos.
Somos muy conscientes del imperativo de la solidaridad global para salvaguardar los derechos fundamentales de las naciones a forjar sus propios destinos, libres de coerción o intromisión externa, agregó.
Por ende, BYU exigió el fin de la guerra económica contra la isla caribeña y su remoción de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
Además, llamó la atención del hecho que Washington es cómplice del fomento del terrorismo y la inseguridad mundial con el empleo de métodos como presiones imperialistas diplomáticas, amenazas comerciales y sanciones, y también con el apoyo a nivel internacional a fuerzas reaccionarias.
De acuerdo con BYU, en su experiencia sobre el imperialismo y sus tácticas observan el paralelismo entre sus luchas y la del pueblo cubano.
Por tanto, rechazaron cualquier esfuerzo de distorsionar la realidad de las naciones mediante el intento de desprestigiar los movimientos revolucionarios.
Establecida el 28 de agosto de 1976, la Unión de Jóvenes de Bangladesh es una fuerza pionera de las nuevas generaciones en ese país que defiende sus derechos e intereses, según su página en internet.
Con arraigo en los legados revolucionarios del movimiento juvenil del subcontinente, BYU tiene una rica historia de activismo y desde sus inicios declaró su compromiso de establecer una sociedad justa y próspera, defender los derechos de los jóvenes y promover iniciativas para el desarrollo creativo e innovador, refiere la organización.
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