Ello apareció tras un repunte vertiginoso impulsado por las apuestas de recortes de las tasas de interés en Estados Unidos, la fuerte demanda de refugio seguro y las compras de los bancos centrales.
Para esa cuerda, el oro al contado subió 0,8 por ciento a dos mil 212,47 dólares por onza, en camino de una ganancia mensual de más del ocho por ciento y una segunda subida trimestral consecutiva. Los futuros del metal estadounidense ganaron 0,9 por ciento, a dos mil 232,60 dólares.
El oro alcanzó un máximo histórico la semana pasada después de que la Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos anticipó tres recortes de tasas en 2024, y desde entonces se mantuvo cerca de esa cota, mientras los operadores se atrincheran a la espera de más datos que podrían influir en la estrategia monetaria del banco central.
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