martes 30 de abril de 2024
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Alertan sobre disponibilidad de agua en El Salvador

San Salvador, 1 abr (Prensa Latina) La disponibilidad de agua en El Salvador, en especial en el llamado corredor seco que comparte con algunos países vecinos, es hoy motivo de preocupación.

En estos días en que son frecuentes los avisos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales que “prevén ambiente caluroso y escasas probabilidades de lluvia”, el tema es reflejado por expertos locales y organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

En el fin de la Semana Santa se mantuvo el clima seco, con la formación de lluvias de poca intensidad, donde llovió, y mucho calor, aspectos destacados en una sequía que se extiende por todo el país y que en muchos casos provoca que la agricultura modifique calendarios de siembras y cosechas.

En el caso de El Salvador, informes de la FAO aseguran que la agricultura demanda un 50.5 por ciento de agua para la producción de alimentos algo perturbador cuando en zonas como el llamado Corredor Seco, donde hay déficit hídrico, lo cual genera efectos de tipo social y económico en las familias, por lo que urge tomar medidas para reducir los impactos.

Raúl Cárcamo, especialista en agrosistemas resilientes y agua de la FAO, estima que aquí el líquido vital es utilizado para la agricultura y uso doméstico como actividades predominantes.

Cárcamo planteó que El Salvador cuenta con una disponibilidad aproximada de mil 700 metros cúbicos de agua por habitante al año, cifra cercana al límite de lo necesario.

Para enfrentar el déficit hay que diseñar políticas que impidan que se pierda, en ríos y cañadas en su paso hacia el mar, una gran parte del agua producto de las lluvias.

Según estadísticas el país recibe 56 mil 052 millones de metros cúbicos de agua lluvia en todo el territorio nacional, pero de esa agua solo se usan alrededor de 33 mil 200 millones de metros cúbicos, cerca del 42 por ciento, la otra parte se va a los ríos y quebradas.

Asevera el experto que el ciclo de lluvia se desplaza hasta finales del año y se convierte casi en un solo ciclo anual y lo cual implica que las familias también están desplazando sus cosechas y por ende también se ven disminuidas en algún momento del año hasta que logran sacar la nueva cosecha.

La FAO alienta a los países a buscar qué hacer con el agua lluvia que no es aprovechada, y en ese caso El Salvador también enfrenta desafíos.

A medida que el líquido se va viéndose limitado en los territorios, empiezan las enfermedades por la falta de higiene y saneamiento, además se da el desplazamiento de las comunidades a lo largo del país.

Al igual que otros expertos, Cárcamo plantea que la “recogida” de agua lluvia es una práctica estratégica ante los efectos del cambio climático ya que incrementa la capacidad de recuperación agrícola.

Tanto la FAO como la Iniciativa Global del Agua reiteran que es necesario definir planes y estrategias de riego, en el Corredor Seco, incluido El Salvador, ante el cambio climático, lo cual avanza para convertirse en una tarea impostergable, según los expertos.

mem/lb

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