El proceso, a cargo de la jueza Baloisa Marquínez, fue abierto la víspera ocho años después de la publicación de los Panamá Papers (Papeles de Panamá) por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.
Entonces la organización reveló que una firma de abogados panameña estructuraba sociedades offshore (fuera de plaza) para ocultar dinero y bienes.
La investigación periodística, de 528 tomos, que se publicó el 6 de abril de 2016, estuvo centrada en 11,5 millones de documentos del bufete de abogados Mossack & Fonseca.
Ahora ante los tribunales comparecen 28 personas acusadas por el delito contra el orden económico en la modalidad de banqueo de capitales.
A su llegada al juzgado, Jurgen Mossack, uno de los acusados, dijo sentirse “muy optimista”, aseverando que “si hay justicia de verdad, salimos bien librados de esta”.
Por su parte, Isis Soto, fiscal segunda contra la Delincuencia Organizada, preciso que el primer día lo dedicaron a la lectura del auto de llamamiento a la audiencia para luego evacuar las pruebas testimoniales y, en última instancia, entrar en la fase de alegatos.
Uno de los imputados ausentes en esta audiencia, con formato híbrido (presencial y virtual) fue Ramón Fonseca, quien, a través de su abogada Daika Levy, comunicó que se encuentra hospitalizado en la provincia de Veraguas.
De las pruebas anunciadas por los defensores, el juzgado negó dos, al considerar que no cumplían con los requisitos de ley para ser admitidas.
La jueza Marquínez, resolvió acumular en una misma causa los expedientes de este caso y el de Lava Jato, pues los acusados tienen similares conductas irregulares para ocultar fondos que provenían de países como Alemania, Brasil y Argentina, para lo cual usaban sociedades anónimas.
En 2021 un escándalo similar se destapó en el istmo en el llamado caso Papeles de Pandora (Pandora Papers), que muestran el mundo gris de las sociedades de papel y su utilidad para esconder fortunas y puso a este país ante el peligro de continuar con el estigma de paraíso fiscal.
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