En el caso de Kenya las inundaciones de los ríos salidos de madre ocasionaron hasta la fecha 13 muertes, la destrucción de 646 viviendas, además de cultivos arrasados y daños en la infraestructura de caminos, solo en el condado de Kakola Ombaka (oeste) según fuentes policiales.
Los desbordamientos de este año son la reedición de los sufridos el año pasado cuando más de un centenar de personas perdieron la vida a causa de los desbordamientos anuales.
En Tanzania los resultados son peores pues las autoridades reconocieron la muerte de 58 personas solo en las dos últimas semanas.
Mientras, Zimbabwe y otros estados del sur del continente atraviesan sendas crisis económicas y humanas por una devastadora sequía sin fin y agosta cultivos, mata el ganado y causa severos daños a la fauna, entre ellos la muerte de 100 elefantes en un parque nacional.
La pistola humeante por las tragedias climáticas que asolan a África y otros continentes apunta a los seres humanos, causantes del cambio climático, origen de los aguaceros brutales y las sequías infinitas.
Entre el 1 y el 5 de este mes Mali y Burkina Faso, sufrieron una ola de calor que llevó los termómetros a 45 grados, una suerte de infierno en la tierra, que costó la vida a decenas personas, según la agencia noticiosa Prensa Latina que cita un informe del ente especializado World Weather Attribution.
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