Esa es la razón de las presiones para que la Unrwa (Agencia de Naciones Unidas para Refugiados Palestinos) no esté presente en Gaza, aseguró en declaraciones a los medios en referencia a las acusaciones divulgadas por Israel para vincular a varios de sus miembros con el grupo Hamas.
Sin embargo, añadió, no se trata sólo de Gaza, también estamos bajo una serie de presiones en lo que respecta a Jerusalén y Cisjordania.
Lazzarini ratificó la postura neutral de la Agencia que dirige una jornada después de que una investigación independiente confirmara que su trabajo cuenta con métodos más eficientes que otros organismos de Naciones Unidas u Organizaciones No Gubernamentales (ONGs).
La revisión, encabezada por la excanciller francesa Catherine Colonna, determinó que la Unrwa cuenta con amplias herramientas para garantizar imparcialidad en su trabajo, al tiempo que mantiene su papel insustituible e indispensable en la región.
“Debido a la complejidad del entorno en el que operamos, debemos estar extremadamente atentos y siempre podemos hacer más”, agregó el veterano trabajador humanitario en referencia a las recomendaciones detalladas en la revisión y aceptadas por el secretario general de la ONU, António Guterres.
No obstante, el comisionado consideró indispensable un proceso de curación para conseguir la paz en un conflicto que consideró deshumanizado.
Al mismo tiempo, pidió una investigación del Consejo de Seguridad sobre el flagrante desprecio de Israel por las operaciones de la ONU en Gaza después de la muerte de unos 180 de sus empleados.
De acuerdo con el jefe de la Unrwa, cerca de 160 locales de la Agencia fueron dañados o completamente destruidos y al menos 400 personas murieron cuando buscaban la protección de la bandera de la ONU.
La investigación debe tener responsabilidad, a fin de no establecer un nuevo estándar en futuras situaciones de conflicto, consideró Lazzarini.
La ONU ha defendido la neutralidad de la Unrwa frente a la campaña de descrédito de las autoridades israelíes, quienes por su parte presionan para poner fin a sus operaciones.
La Agencia trabaja desde 1950 con el objetivo de desplegar programas de ayuda y obras directas para los refugiados palestinos, mandato otorgado y extendido hasta 2026 por la Asamblea General de la ONU.
Las acusaciones de Israel, divulgadas en enero último, provocaron una pausa en la financiación de los principales donantes en un momento clave para atender necesidades como alimentos, agua, refugio y medicinas de los civiles en Gaza.
Desde entonces, muchos países han reanudado su colaboración, mientras que otros, incluido Estados Unidos, no lo han hecho.
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