El administrador de la institución, Víctor Paca, señaló que la producción de carbón vegetal en las comunidades circundantes ha adquirido proporciones alarmantes, lo cual amenaza el espacio de esta especie endémica, reseñó la Agencia Angoleña de Prensa.
Paca comentó que a pesar de las campañas de concienciación realizadas por el Instituto de Desarrollo Forestal y la Administración Municipal de Cangandala, la situación resulta preocupante y se agrava por la falta de vehículos y otros recursos necesarios para reforzar el patrullaje de las 84 zonas controladas.
El funcionario llamó la atención sobre la urgencia de crear un plan integral para atender el tema, en el que se unan el Gobierno, las autoridades tradicionales y las comunidades.
La palanca negra gigante (Hippotragus niger variani) es una rara especie de antílope sable endémica de la región que se extiende entre los ríos Cuango y Luando, en la provincia de Malanje.
Se consideraba extinta tras la guerra civil angoleña (1975-2002), pero en 2004 un equipo de investigación de la Universidad Católica de Angola consiguió grabar a una manada en el Parque Nacional de Cangandala.
Actualmente está catalogada en peligro crítico en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y su caza está totalmente prohibida.
Tanto los machos como las hembras tienen cuernos, que pueden alcanzar el metro y medio de longitud, los ejemplares adultos pesan más de 200 kilos y, aunque son tímidos por naturaleza, pueden ser muy agresivos si son atacados. Viven en bosques, cerca del agua.
La palanca negra gigante es uno de los símbolos del país no solo por su endemismo, sino por ser un animal de enorme belleza y solemnidad, aspectos considerados en el expediente que prepara el país para inscribirla como patrimonio natural de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
El Parque Nacional de Cangandala tiene una extensión de 630 kilómetros cuadrados, mientras que el santuario de las palancas abarca cuatro mil 400 hectáreas, con unos 120 ejemplares, según el último recuento realizado en 2022.
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