El nuevo paquete abarca, entre otras acciones, la financiación de proyectos para los campesinos en dificultades, con un presupuesto asignado de 100 millones de euros, la exoneración parcial de impuestos en caso de desastres climáticos, y la ayuda específica al sector en el Sur del país, golpeado por fenómenos como la sequía.
También incluye el adelanto de la presentación en mayo de un nuevo Plan Ecophyto para reducir el uso de pesticidas, después de que el ejecutivo congelará la aplicación del actual para calmar la cólera en los campos.
Durante la segunda mitad de enero los principales sindicatos de agricultores pusieron en jaque al gobierno con un movimiento de bloqueos de autopistas con tractores en demanda de mejor remuneración, menos burocracia y protección frente a la competencia desleal y las desigualdades en las relaciones comerciales.
Los campesinos exigieron igualmente la atenuación de normas ambientales europeas, que consideran muy severas y negativas para su labor, protestas que generaron tres paquetes de medidas previos presentados por el primer ministro.
Según Attal, el 88 por ciento de las acciones informadas se han puesto en práctica.
En general los sindicatos han reconocido avances, pero siempre advirtiendo que están dispuestos a retomar las movilizaciones de enero y las que rodearon al Salón de la Agricultura en febrero.
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