La reunión cimera de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) fue, sin lugar a dudas, lo más descollante con la llegada a Caracas de los jefes de Estado y de Gobierno de sus 10 naciones miembros, o titulares de delegaciones.
En esta cita fueron aprobados tres documentos que renuevan y afianzan la concepción de sus fundadores, los comandantes Fidel Castro (1926-2016) y Hugo Chávez (1954-2013), de avanzar en el camino de la unión, del diálogo y concertación política.
Que como dice la Declaración final debe estar “sustentado en los principios de solidaridad, justicia social, cooperación y complementariedad económica”.
Para ello, se aprobó por los gobernantes la Agenda Estratégica ALBA 2030 que, con siete vértices, constituye un gran salto en la proyección a corto, mediano y largo plazos de materializar los conceptos antes vertidos.
El documento propuso la creación de la Agencia de Cooperación y Desarrollo del ALBA-TCP; estudiar y aprobar el plan de relanzamiento de Petrocaribe en la nueva etapa; aprobación del Plan ALBA Alimentos; y firmar y adoptar definitivamente el Tratado de Comercio de los Pueblos.
Este último como una zona de comercio justo y de complementariedad económica en respeto a los niveles de desarrollo de cada nación, una propuesta que nació de Bolivia hace un tiempo y que el bloque regional lo adoptó como suyo.
También crear un programa especial de desarrollo científico, cultural, comunicacional y académico; el relanzamiento del Plan ALBA Salud; y avanzar en la creación de una agencia del ALBA-TCP para la mitigación del impacto de la emergencia climática.
La Declaración final resumió el sentir de los discursos de los gobernantes, quienes expusieron con sus visiones y ópticas políticas las amenazas que se ciernen en la región y en el mundo, así como qué hacer para seguir consolidando el mecanismo latinoamericano y caribeño.
Como se planteó en el encuentro, el ALBA-TCP “levanta hoy la bandera para ser una alternativa a la extrema derecha y al fascismo en el mundo”.
Esta afirmación quedó evidenciada en un comunicado especial en solidaridad con Palestina, el cual demandó una solución justa y duradera con la creación de dos Estados, con Jerusalén Oriental como su capital, y se garantice el derecho al retorno de los refugiados.
Llamó a la comunidad internacional, además, para la imposición de un inmediato cese al fuego en la Franja de Gaza y se detenga el genocidio, los crímenes de guerra y de lesa humanidad en contra de su población, lo cual viola los principios y propósitos de la Carta de la ONU y el derecho internacional.
Trascendente por su significado en el actual contexto y futuro, fue la invitación especial para que Palestina participe en la Cumbre de los 20 años del ALBA-TCP, prevista para desarrollarse en La Habana, Cuba, en diciembre venidero.
En sus 22 puntos, la Declaración final expresó su “más firme rechazo al insólito allanamiento” de la embajada de México en Quito por parte del gobierno del Ecuador, lo cual creó “un peligroso precedente que atenta contra la paz y la estabilidad de nuestra región”.
Ratificó la enérgica condena al “genocida e ilegal bloqueo económico, comercial y financiero” impuesto por Estados Unidos contra Cuba, y demandó la salida de la isla de la “espuria y arbitraria lista unilateral” de países supuestamente patrocinadores del terrorismo.
El texto manifestó su solidaridad también con Venezuela ante la arremetida imperial de reeditar nuevas sanciones y con su proceso electoral que se llevará a cabo el 28 de julio de 2024.
En la semana que cierra, concluyó la reunión extraordinaria entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, y anunciaron un nuevo encuentro en Caracas de la Mesa de Diálogos entre el 20 y 25 de mayo venidero.
De igual manera, el fiscal general de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, dejó abierta una oficina de ese tribunal aquí, mientras que el Estado venezolano y la CPI acordaron avanzar en la complementariedad jurídica y Derechos Humanos.
Y como parte del proceso rumbo a las elecciones del 28 de julio, llegó a Venezuela un Equipo Técnico de la ONU, el quinto en las últimas semanas, que dialogó con el canciller Yván Gil y autoridades del Consejo Nacional Electoral.
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