Según manifestó la compañía kazaja, que se dedica a la exportación e importación de armas, arriendo de instalaciones militares y destrucción de material bélico, este domingo al rotativo Kazajstánskaya Pravda, la información que circula al respecto en Internet no se corresponde con la realidad.
Ninguna entidad extranjera, según Kazspecexport, tuvo acceso a la compra de equipos aeronáuticos sujetos a destrucción; todas las aeronaves dadas de baja, sus componentes y equipos se someterán a un desguace que excluye la posibilidad de restaurar su estado original y saldrán únicamente en forma de chatarra.
Según la información que circula en redes sociales, Kazajstán sacó a subasta en octubre pasado 117 cazas y bombarderos jubilados de fabricación soviética y un comprador no identificado adquirió algunos para proporcionar repuestos a las Fuerzas Armadas de Ucrania.
mem/gfa