El reporte indica que 104 municipios fueron afectados, mil 431 personas están desplazadas y mil 145 fueron llevadas a refugios. La prioridad del Gobierno local es el rescate de familias aisladas.
La víspera, el gobernador Eduardo Leite conversó por teléfono con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien garantizó el apoyo federal en las acciones.
«Seguimos trabajando intensamente para localizar a los desaparecidos y garantizar la seguridad de las comunidades en áreas de riesgo. Desafortunadamente, todavía hay predicción de más lluvia», escribió Leite este miércoles en redes sociales.
La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) informó que se activó y dispuso dos helicópteros para el rescate de los afectados por la inundación en la región de Santa Maria.
En una de las acciones, la FAB rescató a una familia que estaba aislada en una casa con riesgo de derrumbe.
Los temporales castigan a Río Grande del Sur desde el lunes y la previsión de la Defensa Civil es que el volumen de lluvias seguirá siendo alto hasta el viernes.
Por el momento, se notificaron carreteras bloqueadas y escuelas dañadas que obligaron a la suspensión de clases. Se registran municipios con problemas en el abastecimiento de agua, energía eléctrica y telefonía.
La división territorial viene sufriendo con ciclos cada vez más recurrentes de inclemencias climáticas.
Fuentes oficiales recordaron que, en el segundo semestre de 2023, inundaciones provocadas por los aguaceros hicieron desbordar el río Taquari y dejaron un rastro de destrucción, pérdidas materiales y cerca de 50 muertes.
«Los valles de Caí y Taquari enfrentan una situación severa, con riesgo de inundación en el mismo nivel que los ocurridos en noviembre, cuando el estado enfrentó una de las mayores inundaciones de la historia», informó el Gobierno estadual.
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