viernes 17 de mayo de 2024
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EEUU a la búsqueda de su desmedrada influencia en África

La Habana, 2 may (Prensa Latina) Estados Unidos busca con uñas y dientes mantener su presencia castrense en el Sahel, según el anuncio horas atrás de que enviará a Chad a uno de sus pesos pesados, el general Michael Langley, jefe de su Comando África.

El jefe militar lleva la misión de entablar conversaciones sobre cooperación y la revisión del acuerdo que permite al Pentágono tener una base en el estado africano, apenas semanas después de que las autoridades chadianas pidieran a Washington sin mucha ceremonia que retirara las tropas de su territorio.

Más aún, el gobierno del general Mahamat Déby Itno puso en duda la legalidad de las operaciones estadounidenses cuando aún reverberaban los ecos de la decisión del gobierno de Níger de pedir la salida de las tropas estadounidenses de su territorio.

En el caso chadiano concurre la curiosa situación de un mendicante, el mando militar estadounidense, que tiene bastante que ofrecer en términos de armas y fondos, siempre tentadores, incluso para oídos que se muestran díscolos.

Todos los indicios apuntan a que la visita del general Langley está basada en declaraciones del gobierno chadiano según las cuales espera el resultado de sus elecciones presidenciales programadas para el mes en curso, para continuar la asociación en temas militares.

La ansiedad combinada con insistencia estadounidense descansa en la importancia de la base en Chad para el monitoreo de las actividad de los grupos islamistas que operan en el Sahel, uno asociado al Estado Islámico y el otro a la red Al Qaeda.

Pero el tema asimismo contiene elementos políticos de sustancia, a saber, la intención de Washington y sus aliados atlánticos de preservar el lugar de privilegio que ocupan en África y en el que pierden pie a ritmo preocupante.

En ese sentido, un indicio oneroso resultó a principio del mes pasado la llegada a Níger, que limita con Chad por el este, de pertrechos y de alegados militares rusos, pocos días después de la ruptura por el país africano del acuerdo de cooperación castrense que lo ligaba a Estados Unidos.

El arribo de los especialistas de Moscú fue anunciado poco después de la partida de una delegación de funcionarios estadounidenses de alto nivel los cuales, según trascendidos, provocaron las iras de sus anfitriones cuando trataron de obligarlos a renegar de sus lazos con Rusia e Irán.

Así, sería ingenuo suponer que ambos hechos, la llegada de los militares y los pertrechos rusos a Níger y la solicitud de evacuación de las tropas de Chad, son coincidencias del azar: es una ley casí física que en política no existen las casualidades.

Y Washington lo sabe.

lam/msl

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