Según la Presidencia, citada en la prensa, el mandatario encabezó esta noche un nuevo Consejo de Defensa sobre la situación en el archipiélago de Oceanía, azotado por la violencia desde el pasado lunes, tras la decisión del ejecutivo, avalada por la Asamblea Nacional, de ampliar el censo electoral neocaledonio.
Los independentistas locales acusan a París de intentar reducir la visibilidad de los kanaks, pueblo autóctono que representa más de un 40 por ciento de los habitantes del territorio.
El Elíseo precisó que la movilización de militares será por “un tiempo”, en sustitución de las fuerzas de seguridad interior.
La pasada semana el gobierno envió un millar de policías y gendarmes de refuerzo para enfrentar una crisis que acumula seis muertos, cientos de heridos y cuantiosos daños materiales por la quema de vehículos e instalaciones.
Macron reconoció progresos en la recuperación del orden en Nueva Caledonia, en una reunión en la que se reiteró que se adoptarán todas las medidas para garantizar la evacuación segura de los turistas que permanecen en el archipiélago.
La víspera, una veintena de políticos instaron al gobierno a retirar la revisión constitucional, en aras de allanar el camino hacia el diálogo.
Entre los firmantes estuvieron autoridades de ultramar, como los presidentes de los Consejos Regionales de La Reunión, Huguette Bello; Guadalupe, Ary Chalus, y Martinica, Serge Letchimy, y el de la colectividad territorial de la Guayana Francesa, Gabriel Serville.
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