En la audiencia prevaleció el voto del ponente, ministro Floriano de Azevedo Marques. Votaron en la línea del relator los ministros André Ramos Tavares, Carmen Lucía, Nunes Marques, Isabel Gallotti, Raúl Araújo y el presidente de la corte, Alexandre de Moraes.
Tras el sufragio, Moro publicó un mensaje en una red social en que celebró la decisión y comunicó que los votos que recibió fueron respetados.
Para los siete magistrados del TSE, el exjuez no cometió abuso de poder económico en las elecciones de 2022, en las que obtuvo un mandato de ocho años como senador.
La corte evaluó recursos presentados por el Partido Liberal (PL) y la Federación Brasil de la Esperanza (que reúne a los partidos de los Trabajadores, Comunista de Brasil y Verde) contra la decisión del Tribunal Regional Electoral del sureño estado de Paraná (TRE-PR), que rechazó imputaciones de abuso de poder económico y mal uso de los medios de comunicación.
En la práctica, aquella decisión mantuvo el mandato de Moro como senador.
Al recurrir al TSE, el PL y la federación de organizaciones políticas reforzaron acusaciones de irregularidades en los gastos de campaña y en las transferencias de recursos de los fondos Partidista y Electoral.
El equipo jurídico del exjuez negó actos ilícitos y pidió siempre el mantenimiento de la decisión del tribunal en Paraná. La Fiscalía Electoral defendió el rechazo de los recursos. Señaló que no hay «prueba clara y convincente» de las alegaciones de desviación de propósito presentadas por los partidos que apelaron.
Moro adquirió reputación nacional e internacional al comandar, entre marzo de 2014 y noviembre de 2018, el juicio en primera instancia de los delitos identificados en la desarticulad operación judicial Lava Jato.
Sin pruebas, castigó al presidente Luiz Inácio Lula da Silva en 2017 a nueve años y seis meses de prisión por supuestos actos de corrupción.
Luego desistió al cargo de magistrado y fue nombrado ministro de Justicia por el exmandatario Jair Bolsonaro (2019-2022).
Más tarde dejó el puesto después que el exgobernante ultraderechista removiera sin consultarlo al entonces director de la Policía Federal, Maurício Valeixo, un hombre de su confianza.
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