domingo 16 de junio de 2024
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Nikki Haley, ¿el odio es amor?

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Washington, 23 may (Prensa Latina) Pese a las críticas que hizo, la excandidata a la nominación del Partido Republicano (GOP) a las elecciones de Estados Unidos Nikki Haley se mordió la cola, porque dice ahora que votará por el expresidente Donald Trump.

Su cambio de postura después de tantos ataques de ida y vuelta entre la exembajadora ante la ONU y su exjefe durante la campaña, genera críticas entre los propios republicanos.

El excongresista Adam Kinzinger (Illinois) calificó de “patético” lo que planteó Haley de que planea apoyar a Trump en las elecciones generales del 5 de noviembre.

La también exgobernadora de Carolina del Sur fue la última contendiente que se mantuvo en pie en las primarias republicanas para la nominación presidencial de 2024, pero suspendió su campaña en marzo después de los malos resultados que tuvo el Supermates y que, por el contrario, consolidaron a Trump como favorito.

El respaldo de Haley a Trump es la última señal del control casi total que ejerce Trump sobre el GOP.

Haley admitió que el Presidente 45 no había sido «perfecto» en temas que son de su interés, como la política exterior y la deuda nacional, pero Biden ha sido una «catástrofe», afirmó en el Instituto Hudson para justificar su «así que votaré por Trump».

A lo largo de su campaña, Haley trató de equilibrar cuidadosamente cómo desafiar al exgobernante en algunos temas y no aislar a sus votantes.

Sin embargo, a medida que avanzó su campaña y tuvo cierto impulso se volvió cada vez más crítica con el expresidente, quien con frecuencia la insultaba y la presionaba para que pusiera fin a la carrera por llegar a la Casa Blanca.

Haley aseguró en su momento que no sería segunda de nadie, que no le interesaba la vicepresidencia, opiniones que reflotaron en medio de las especulaciones sobre si podría ser la compañera de fórmula de Trump.

En febrero el magnate se burló de ella y su esposo, pero eso parece que ya es agua pasada. Haley dijo entonces que su exjefe “no estaba calificado” para ser presidente porque mostró “falta de respeto” a las fuerzas armadas.

Pero en este momento opinó que “Trump sería inteligente si se acercara a los millones de personas que votaron por mí y continuaran apoyándome y no asumir que simplemente estarán con él”.

El exocupante del Despacho Oval la apodó a modo de insulto como “Birdbrain” y hasta amenazó a donantes y partidarios de su ala del Partido Republicano si continuaban apoyándola.

Justo los electores con educación universitaria y las mujeres que vieron una ventana en Haley son muchos de los mismos votantes que él necesita conquistar para tratar de batir a Biden en unos meses.

Hay quienes retoman acá la idea de que Haley podría también sorprender respecto al tema de la vicepresidencia de Estados Unidos, aunque Trump dijera que ella no está en su selecta lista de candidatos.

Apenas dos meses después de dar por terminada su campaña, Haley se posicionó tras Trump, como hizo el gobernador de Florida, Ron DeSantis, a quien apodó como DeSanctimonius mientras fue su rival en la campaña electoral. Pasaron del odio al amor.

A inicios de año, al salir de la contienda, el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie expresó que no apoyaría a Haley porque, quién le iba asegurar que al final ella decidiera respaldar a Trump.

Incluso circuló una conversación privada en la que se escuchaba a Christie decir que Haley no estaba preparada para asumir el peso de ser candidata.

mem/dfm

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