Las precipitaciones provocaron inundaciones en varios distritos de todo el país, particularmente en las regiones de Afar, Amhara, Oromia, Sidama, Somali, Tigray y Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur, así como daños importantes a viviendas, infraestructura pública y tierras de cultivo.
Según el informe de la Comisión local, esta situación limita el acceso de la población a los servicios y profundiza las vulnerabilidades, particularmente en áreas ya afectadas por conflictos y violencia, sequías prolongadas, además de una infraestructura vial preexistente deficiente.
Sobre esta última mencionó la de Qubi, en la zona de Erer de la región de Somali, donde las carreteras se cortan habitualmente de baja durante casi dos meses.
La crisis climatológica también se produce en medio de brotes de enfermedades como el cólera y la malaria. De los 93 Woreddas (distritos) que reportan brotes activos de cólera, la mayoría se localizan en las regiones de Oromia (30), Somali (24) y Afar (12).
De acue4rdo con el Grupo de Salud, es motivo de preocupación el resurgimiento de casos positivos de la enfermedad infecto-contagiosa intestinal aguda o crónica en zonas afectadas por las hostilidades en la región norteña de Amhara que luchan contra nuevos desplazamientos.
En nel caso de la malaria se reporta un elevado número de diagnósticos positivos con brotes activos en mil 397 Woredas en todo el territorio nacional, la mayoría de Oromia (35 por ciento) y Amhara (19 por ciento). Todas las regiones están notificando casos muy por encima del umbral de emergencia, alertó el informe.
La magnitud del impacto de las inundaciones, incluidos el desplazamiento y los daños a la infraestructura pública y las tierras de cultivo, serán más precisos una vez completadas las evaluaciones multinstitucionales en curso y planificadas.
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