En una declaración, la organización sindical apuntó que ese modelo ha demostrado un fracaso rotundo y quererlo rehabilitar, es un camino sin retorno, porque ya el pueblo ha despertado.
Para la CNTP, pese a los nuevos actores que emergieron de las urnas el pasado 5 de mayo, la gobernanza está signada por la corrupción, con elevados signos de opacidad en la gestión pública, evasión fiscal y ahora una Asamblea Nacional (parlamento) fragmentada, para intentar repartir el gran pastel.
La mayor central obrera apuntó que estará vigilante ante la manera en que el nuevo Ejecutivo que encabezará José Raúl Mulino enfrente desafíos como mejorar la deteriorada política crediticia del país, que deja una deuda de 50 mil 541 millones de dólares.
Otro reto, agrega el documento, es la crisis del programa de Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja de Seguro Social, en referencia a la descapitalización del programa de Beneficio Definido o Solidario y las intenciones de privatizar el único servicio público con que cuentan los jubilados y pensionados.
También señalan como problemas que aquejan a la población la falta de agua potable y la crisis hídrica que entorpece las operaciones del Canal de Panamá, entre otros.
La CNTP, remarca el texto, continuará en el esfuerzo de seguir orientando a sus afiliados y al pueblo, con la sólida convicción de que “la patria grande que es Panamá la vamos a salvar de las garras neoliberales”.
lam/ga