El 15 abril del año pasado los generales Abdel Fattah al Burhan, presidente del Consejo Soberano de Transición (CST), y Mohamed Hamdan Dagalo, líder de la milicia Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) rompieron la alianza que los unió hasta ese día e iniciaron un conflicto que devasta a Sudán.
El reporte cita un comunicado de la cancillería egipcia según el cual el eventual encuentro sesionaría a fines de junio próximo y busca construir consenso entre las fuerzas políticas para discutir las vías de terminar la guerra vía el diálogo sobre en una visión “puramente sudanesa”.
La convocatoria es el esfuerzo más reciente de varios emprendidos en los últimos meses para una solución del conflicto, todos naufragados en los escollos de las encontradas posturas de los beligerantes que juraron matar a su rival.
De inmediato no hay respuesta a la iniciativa de El Cairo, aunque es notorio que el actor protagónico en la reunión es el exprimer ministro sudanés Abdallah Hamduk, que tiene un acuerdo con el caudillo de las RSF.
Hamduk encabeza la Coordinación Sudanesa de Fuerzas Civiles Democráticas (Taqadum), que tiene un acuerdo con el caudillo de las RSF y es acusada por el CST de buscar aliarse con sus rivales.
El ex primer ministro niega las alegaciones, asegura que es neutral y afirma que su misión es encontrar una solución al dilatado conflicto sudanés.
Estimados conservadores cifran en 16 mil los muertos, decenas de miles los heridos y en nueve millones los refugiados internos y en países fronterizos de Sudán, cuya infraestructura industrial y social yace destruida al pie de los beligerantes.
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