El módulo de ascenso de Chang’e-6, lanzado el 3 de mayo último, entró en una órbita preestablecida alrededor de la Luna, informó la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA, por sus siglas en inglés).
La misión ha resistido la prueba de las altas temperaturas en la cara oculta de la Luna, enfatizó la CNSA al destacar que las múltiples cargas útiles instaladas en el módulo de alunizaje funcionaron de forma óptima y llevaron a cabo la exploración científica prevista.
Eso permitió que la sonda especial concluyera su rápido trabajo de muestreo y almacenaje de las evidencias, y mientras eso ocurría los investigadores realizaron una operación simulada en un laboratorio en la Tierra que proporcionò un importante apoyo para la toma de decisiones.
De acuerdo con la propia fuente, se desarrollaron dos métodos de muestreo: el uso de un taladro para recoger muestras subsuperficiales y la toma de material existente en la superficie con un brazo robótico.
Después de completar el muestreo, significó la entidad, una bandera nacional china llevada por el módulo de alunizaje fue desplegada por primera vez en la cara oculta de la Luna.
La sonda especial Chang’e-6 se posó el pasado domingo al amanecer en la en la zona de alunizaje designada de la cara oculta de la Luna, un cráter de impacto conocido como la Cuenca Apollo ubicado dentro de la Cuenca Aitken del Polo Sur, y fue respaldada en la maniobra por el satélite de retransmisión Queqiao-2.
Con relación al sitio escogido para la operación, expertos citados por la agencia de noticias Xinhua explicaron que respondió a su valor potencial para la exploración científica, así como por las condiciones del área de alunizaje, incluidas las condiciones de comunicación y telemetría y la llanura del terreno.
Puntualizaron que el terreno en la cara oculta de la Luna es más escarpado que en la cara visible, con menos áreas planas continuas. Sin embargo, la Cuenca Apollo es relativamente más lisa que otras áreas en la cara oculta, lo cual es apto para el alunizaje.
Desde su lanzamiento, a comienzos de mayo pasado, Chang’e-6 atravesó por varias etapas, como la transferencia Tierra-Luna, el frenado cerca de la Luna, la orbitación lunar y el descenso para el alunizaje.
Este proyecto, enfatizaron los especialistas, ha logrado un gran avance en la tecnología de diseño y control de la órbita lunar retrógrada y tiene como objetivo generar tecnologías clave de muestreo inteligente y rápido, así como despegue y ascenso desde la cara oculta de la Luna.
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