Esto ocurre en momentos en que hay más de 10 mil abonados en los municipios de Aibonito, Coamo y Santa Isabel sin servicio desde hace una semana, lo que se agrava por la falta de agua potable a causa de la situación.
El presidente del consorcio canadiense-estadounidense, encargado de la transmisión y distribución, atribuyó a la vejez de los equipos de la estatal Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) la situación prevaleciente, así como a la vegetación que cubre las líneas de distribución.
“Si me preguntan si LUMA está preparado para la época de huracanes, la respuesta es que absolutamente sí. Lo que no está preparado es la vegetación cuando le cae encima el agua, y es una cruda realidad la cual nosotros debemos entender”, manifestó.
En cuanto al transformador en Santa Isabel (sur), indicó que las pruebas de rigor encontraron fallas internas que determinaron que el equipo necesitaba ser reemplazado.
Los antiguos celadores de línea de la AEE, que pertenecen a la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (Utier) y fueron desplazados por el gobierno central a labores ajenas a su preparación, expresaron su disposición a reincorporarse siempre que se restaban sus derechos conquistados después de años de labor.
El presidente de la Utier, Josué Mitjá, reclamó que se reviertan los contratos de LUMA Energy y de GeneraPR, con la intención de fortalecer la AEE, con cuyo dinero operan las privatizadoras, lo que ya han rechazado personeros del anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP), como su vicepresidente y senador Thomas Rivera Schatz.
Contrario al argumento de los opuestos a que se rehabilite la empresa pública, el abogado Rolando Emmanuelli, experto en la Ley Promesa, dijo que nada impide que se revoque el contrato de LUMA Energy, al que siempre ha descrito como leonino.
La crisis eléctrica ha afectado a cientos de negocios que dejaron de operar o tuvieron que invertir cientos de dólares en la compra de generadores y combustible.
rgh/nrm