En un documento judicial, Camacho dio al Legislativo un plazo máximo de 48 horas para que se pronuncie, ya que se necesitan 92 votos para dar paso a este proceso.
La jueza también convocó a Francisco Barreiro, hijo de la vicemandataria, para la audiencia de reformulación de cargos, que tendrá lugar el próximo lunes.
Tras el pedido de Camacho, el presidente del Parlamento, Henry Kronfle, convocó al pleno a una sesión virtual para resolver la autorización de juicio penal contra Abad. La reunión tendrá lugar este viernes a las 12:35, hora local.
Según el artículo 120 de la Constitución, una de las atribuciones del Legislativo es autorizar, con la votación de las dos terceras partes de sus integrantes, el enjuiciamiento penal del Presidente y el Vicepresidente de la República.
Este martes, La Fiscalía General pidió a la CNJ fecha y hora para procesar a Abad por el presunto delito de concusión.
De acuerdo con las normativas legales, la concusión se da cuando un funcionario público, en uso de su cargo, exige o hace pagar a una persona una contribución, o también al cobrar más de lo que le corresponde por las funciones que realiza.
En este sentido, el agente fiscal Carlos Alarcón detalló que durante la etapa de instrucción realizaron varias diligencias y determinaron la presunta participación de Abad en una supuesta trama de tráfico de influencias en la Vicepresidencia de la República.
El funcionario indicó que el caso pasará a la Unidad de Fuero de la Corte, dado que solo esa institución puede juzgar a la Vicepresidenta, según la legislación.
Alarcón dijo que durante el proceso se encontraron elementos que motivaron la orden de prisión preventiva de Barreiro, hijo de Abad, quien salió de la cárcel de máxima seguridad La Roca, luego de pagar una fianza de 20 mil dólares.
Según el fiscal Alarcón, Barreiro pidió diezmos a una persona por trabajar como coordinador de Comunicación de la Vicepresidencia de la República desde que su madre asumió ese cargo.
El pasado 3 de junio, aunque Abad todavía no estaba directamente acusada, ella respondió vía telemática al llamado de la Fiscalía por el caso Nene, pero se acogió al silencio.
La semana pasada, en declaraciones a medios locales, la vicemandataria aseveró que su vinculación con ese caso, que involucra a su hijo Barreiro, “no tiene sustentos”.
Para Abad, todas esas acciones responden a una persecución por parte del Gobierno para evitar que ella asuma la presidencia cuando el mandatario Daniel Noboa tenga que entregársela para hacer campaña ante una eventual candidatura en las elecciones de 2025.
El pasado 8 de diciembre, la Vicepresidenta viajó a Israel por orden de Noboa para desempeñarse como embajadora en Tel Aviv y colaboradora para la paz.
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