jueves 12 de junio de 2025
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Creciente inquietud en El Salvador sobre medidas económicas

San Salvador, 13 jun (Prensa Latina) Una creciente inquietud embarga a la población de El Salvador ante la posibilidad de medidas amargas de ajustes económicos pese a la negativa gubernamental.

Aumentar impuestos u otras acciones fiscales que afecten a sectores vulnerables es todo un reto en un país con casi un tercio de su población en la pobreza, con una deuda pública de 30 mil millones de dólares y una desaceleración del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).

Entre los que reaccionan a esta situación se encuentra el expresidente del Banco Central de la Reserva (BCE) Carlos Acevedo, quien no descartó la víspera aumentos de impuestos aunque consideró que esa es una decisión del presidente Nayib Bukele, quien durante su discurso de investidura el 1 de junio pidió el respaldo de sus compatriotas.

«En este nuevo tratamiento para sanar la economía quizás también haya que tomar medicina amarga (…) el país ya se curó de las pandillas y ahora quiere curarse de la mala economía», señaló el mandatario entonces cuando hizo jurar a la multitud defender «incondicionalmente» el «proyecto de nación siguiendo al pie de la letra» y sin quejarse las próximas decisiones. Acevedo consideró al menos cinco medidas que podría tomar Bukele y que se considerarian como «medicina amarga», un término usado por el gobernante en su discurso de segunda toma de posesión del 1 de junio. Aumento de impuestos pese a que el oficialismo en la Asamblea Legislativa, en la voz de su jefe de bancada, Christian Guevara, descartó este martes esa posibilidad. Acevedo cree que las decisiones dependen del presidente Bukele.

Asimismo pudiera considerarse la reducción de la plantilla de empleados públicos con el despido de al menos 18 mil trabajadores para disminuir el gasto en salarios, aumentar el Índice de Valor Agregado (IVA), algo que es una constante en las condiciones del FMI para dar préstamos.

También el economista consideró pudiera verse un alza de los impuestos para los más ricos en un dos por ciento y la adopción de un nuevo gravamen predial para cobrar una cantidad por los inmuebles que posea una persona en El Salvador. «Somos el único país que no tiene impuesto predial… por justicia tributaria debería haber», aseveró.

Las probables “medicinas amargas” que pudiera impulsar el gobierno golpearían especialmente a los 1.92 millones de salvadoreños que enfrentan una situación de pobreza, la mayor cantidad desde 2018.

Toda esta situación es preocupante pese a proyecciones del Banco Mundial las cuales señalan un mayor crecimiento de El Salvador para 2024, mientras certifica una tasa de un 3.5 por ciento para 2023.

mem/lb

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