Mahamat, mediante un comunicado, instó a las partes interesadas a actuar con calma y abstenerse de cometer más actos violentos, así como a entablar un diálogo constructivo para abordar las cuestiones polémicas que dieron lugar a las protestas en aras del interés supremo del país africano.
Reiteró la total solidaridad de la organización continental con el gobierno y el pueblo kenianos y los exhortó a mantener la paz, la seguridad y la estabilidad en el país.
Sobre el tema también se pronunció la víspera el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, al expresar su tristeza por los informes de muertes y heridos ocurridos durante las protestas en Nairobi.
Guterres hizo un llamamiento al gobierno keniano para que actúe con moderación al tratar con los manifestantes contrarios al proyecto de Ley de alza de impuestos.
Según fuentes oficiales, a ocho aumentó la cifra de manifestantes fallecidos durante la irrupción al Parlamento de esa nación africana este martes, mientras aún se desconoce el número de heridos como como consecuencia de disparos de la policía.
Los participantes en las protestas ante el proyecto de ley a debate en ese momento penetraron en la sede la sede de esa institución e incendiaron locales al tiempo que los diputados oficialistas eran evacuados del lugar.
En tanto, la cadena de televisión KTN, denunció presiones y amenazas por parte del gobierno para suspender sus transmisiones noticiosas y añadió que estaban comprometidos en el interés público y continuarían su trabajo.
La protesta subió de tono luego de la aprobación del proyecto de reforma impositiva con 195 votos a favor, 106 en contra y tres votos nulos.
Aunque los patrocinadores eliminaron el aumento del impuesto al valor agregado al pan y a la posesión de vehículos y prometieron revisar otros, la propuesta de normativa fue rechazada por la población y está paralizada a la espera de su aprobación final por el presidente keniano, William Ruto.
Este último exhortó a entablar un diálogo para encontrar un terreno de entendimiento entre las respectivas posturas, pero fue insuficiente para enfriar los ánimos y los patrocinadores de las marchas callejeras anuncian también la posibilidad de una huelga general para hacer valer sus demandas.
mem/nmr